Corta espera en la banquina y ya estamos viajando nuevamente. En una Eco Sport alquilada nos subieron Martín y Carla: alemanes, padre e hija recorriendo nuestro país. Su meta del día era Cafayate o Molinos recorriendo RN 40, la nuestra era Santa María pero viendo la posibilidad de escalar el mapa un buen trecho y compensar los muchos días que nos atrapó Hualfín, decidimos seguir viaje con ellos.
Locro y humitas en Santa María, dejamos Catamarca para entrar a Tucumán. Los viñedos decoran el paisaje, los hornos de barro en cantidad, montañas y… de repente, tras preguntar si tenía efectos alucinógenos, los alemanes están tomando de nuestro mate!!!
Pasamos por Amaycha del Valle y luego hicimos parada obligatoria en las Ruinas de Quilmes.
Ubicadas en el corazón del Valle Calchaquí, las Ruinas se presentan como uno de los más importantes sitios arqueológicos del país, además de ser el asentamiento humano prehispánico más grande de la Argentina. Los Quilmes mantuvieron su fortaleza desde el año 800 hasta el siglo XVII. La población estaba compuesta por unas 3.000 personas.
Poco duró el entusiasmo por llegar a Cafayate en vísperas de su Serenata. La ciudad no se tomó ni un minuto para recibirnos: el caos en sus calles espantan a cualquier persona que conoce la tranquilidad; no existe espacio físico para un solo turista más; todos los camping, alojamientos y hoteles están sobresaturados.
Para no llamar al stress dejamos atrás Cafayate y su festival, que a pesar de su renombre y fama tenía una escasa oferta musical y artística.
Dejamos el pavimento y seguimos por el ripio de la 40 rodeados de un paisaje maravilloso: montañas, viñedos y medanales. Luego de las viñas esperábamos ver los coloridos cultivos de pimiento que se recuestan sobre la orilla del río calchaquí, sin embargo la falta de lluvias no dio garantías para la producción.“arenosa arenosita…mi tierra cafayateñaEl que bebe de tu vino,gana sueño y pierde pena”
Estas casas coloniales, hechas de adobe, nos acompañarían durante todo el trayecto. Esta arquitectura totalmente descontextualizada nos disparó una infinidad de especulaciones sobre la influencia española.
A partir de ese momento el camino que sigue es inexplicable, no alcanzan los sentidos para entender el paisaje: parece un trozo de cada planeta caídos uno al lado del otro.
Dos soles para darnos calor: efecto óptico o magia del Universo?
Llegamos a Molinos con la claridad justa para recorrer el pueblo. Martín y Carla nos dejaron en el camping pero nos invitaron a una sabrosa cena: lechón asado, papas fritas, ensaladas y un par de vinos. A la mañana siguiente seguiríamos viaje con ellos.
Pasamos por Seclantás y por varios parajes inhóspitos hasta llegar al pintoresco pueblo de Cachi, que a pesar de ya ser un lugar conocido por ambos no dejó de deslumbrarnos.
Aquí dejamos la RN 40 para llegar a salta por cuesta del Obispo, camino que los dos habíamos recorrido el año anterior en situaciones diferentes: Flor en la caja de una camioneta y Pedro montado en una bici.
A veeer!!! digan uisquiiiiii
Mucha confianza..!
Cuesta del obispo, piedra del molino, cerro de la virgen y valle encantado. Este paso es portador de varios nombres, dependiendo de la historia, el paisaje y algún que otro suceso.
Descendiendo, unos kilómetros luego de la posta del Maray, paramos a merendar queso de cabra en un puesto a la vera del camino, cargando energías para llegar a la ciudad capital.
Brota del cerro manantial de estrellasQue a lomo de río aprendió a bajarLo beben viñedos, montes y acequiasGuitarras y quenas de dulce sonarDescansa en el lago, legítimo espejoSe esconde en la zafra, se pierde en el marRubor de las nubes pregona tinieblasY acuna dolencias del joven pastorRebaño de penas, escarcha en los sueñosDe mesa servida y dormir con calor.Rebaño de penas, escarcha en los sueñosDe mano tendida y vivir sin dolor.A pesar de todo el Sol me cobijaOrienta mi paso, el sentir, el andar…Sin embargo surco al andar estos vientosPorfiado de amores, colmado de paz.Sin embargo vuelvo rumiando estos versosBesándote en coplas, viviendo en tu amar.
Hola Chicuelos!!! se alcanza a sentir la forma como viven esos paisajes, van dejando en cada pedacito de suelo un poco de ustedes mismos. Aprovechen mucho esta oportunidad de conocer y conocerse creo que es un viaje hacia adentro también. Los quiero un montón...Pedro comprate alpargatas!!! y a Flor reponele las zandalias, se quedó con una sola!!! Ja Ja!!!
ResponderEliminarEl comentario anterior soy yo lo que pasa que solo aprendí a mandarlos así. Sigan escribiendo que no sólo la música es muy buena en sus manos, son buenos también escribiendo. Abrazos muy grandes. Ana
ResponderEliminarte quiero amigaaaa!! me gusto mucho este post...!! sigan disfrutando! te extraño!! besos a los 2! Mikeland
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